Lo sé, lo sé. Pero es que no he tenido mucho tiempo de actualizar y el viaje de este verano, es muy largo y pensé que sería menos complicado relatar aquí todo lo que esta aventura nos ha dejado en nuestras retinas, pero no.
Así que lo único que puedo hacer es resumir los puntos más importantes, divertidos y útiles de este «Road Trip». Me quedé en la primera etapa, Chicago.
Uno de los momentos claves del viaje fue recoger el coche en un «Hertz» allí en Chicago y sacar el coche de Chicago. Para eso, teníamos a un ávido conductor, Linton, que pagó la novatada de llevar el coche a una revolución no muy adecuada y de ponernos a todos el corazón en la garganta ante uno de los muchos cruces que hay en Estados Unidos, cruces en los que aplicamos el refrán de : «Allá donde fueres, haz lo que vieres». Y nosotros imitábamos en conducción, lo que esos seres tan amables que son los habitantes de ese enorme país y bueno, creo que a día de hoy, seguimos sin entender lo que pasaba ante cualquier semáforo en un cruce, pero bueno, aquí estamos y no ocurrió nada.
Nos pusimos en marcha, saliendo de Des Plaines con nuestro Nissan Altima y el primer destino fue Cicero, intentando comer una salchicha en un sitio mítico, que con tan mala suerte, estaba cerrado.
Así que fuimos a un supermercado en Berwyn. Los primeros días de viaje fueron los más duros pero se iban superando etapas psicológicas del viaje. «Nos viene grande, esto nos viene grande» decía Gador un día con los ojos muy abiertos, cuando un americano le dijo a Linton, «Motherfucker» en un cruce…
De Illinois a Missouri, intentando llegar a San Luis, fue un camino largo, me acuerdo de mirar por la ventanilla del coche, atardeciendo y pensar que cualquier trozo de Ciudad Real, por ejemplo, podía verse en Misouri. Era un sentimiento muy curioso.
San Luis, me dejó un sabor algo raro. Me gustó, pero la verdad que si no llega a ser por el momento «Tom Sawyer» en la orilla del río Mississippi con un barco que parecía sacado de Nueva Orleans y el imponente arco, hubiera sido una ciudad más y muy calurosa.
Voy a copiar fragmentos escritos en el mismo momento en mi libreta para darle más realismo : » Salimos de Springfield, no sin antes inundar la habitación de Linton y Gador. En Springfield solo hay casas típicas ruinosas prefabricadas donde parece que estás en pleno «The walking dead» pero en la nada de pronto aparece Pythian Castle, un antiguo orfanato con aspecto siniestro, del que dicen ahora está encantado.
Acabamos de pasar por una gasolinera donde nos ha recibido Gary Gay Parita, un hombre entrañable que nos ha contado muchas cosas y nos ha regalado postales y también incluso, nos ha ofrecido bebida y Linton se ha tomado un Dr. Pepper que sabe a jarabe y está asqueroso, pero a él le gusta… Nos ha sacado también una bandera de la Ruta66.»
Tengo que decir que aquel señor me fascinó. Un hombre de lo más campechano en su gasolinera, confiando y dispuesto a escuchar a las personas que por allí pasan. Nos regaló un poster firmado y me encantó lo que ponía en él.
«Folks from allover the world say it´s the dream of their life to travel historic Route 66. It´s the dream of my life to meet those folks. Friends for life. Thank you!»
Vuelvo a mi cuaderno: » Hemos visitado Read Oaks II, un pueblo casi temático, donde hay casas de colores, un avión en mitad de la nada. Un abuelillo ha aparecido de la nada para invitarnos a ver la casa del Sheriff. Hoy hace un calor de muerte, sofocante. Tengo que recomendar un sitio típico americano que está en Webb City y se llama Norma´s Kitchen. Allí nos hemos encontrado con unos españoles un poco idiotas. Siempre que escucho castellano fuera de España, me gusta preguntar de donde son, pero estos chicos han sido un poco bastante estúpidos. ¡En fin!
Estamos atravesando Kansas, Kansas es un campo de maíz en sí mismo. Intentamos encontrar el coche de «Cars» en Gallena, pero parece misión imposible. Nos estaba costando mucho encontrarlo, hasta que le hemos preguntado a un chico megarubio y con cara de muy americano si nos podía indicar donde estaba hasta que nos lo ha dicho y estábamos a pocos metros. Linton ya lo había dado por perdido, pero the sky´s the limit.
Hemos llegado a Oklahoma, Kansas ha durado poco. Después de debatir sobre la deformación del castellano en distintas partes de España, temas que se nos ocurren dentro del coche, vamos llevando un pequeño «Gran hermano», hemos cruzado Oklahoma y hemos parado en Foyil, donde está el Totem Pole Park, había bastantes figuras de indios y una tienda llena de violines.
A Gador le flipa que haya frases religiosas en la carretera, dice que cuando vea «Los Simpons» no dudará de Matt Groening.
Estábamos hablando de cosas muy transcendentales cuando de repente, veo «La ballena azul». Nos hemos echado algunas fotos absurdas como todas las que llevamos en este viaje, que sí con un gigante que tiene un Hot Dog en la mano, que si un Totem extraño, la barbería del Tio Sam, gente autóctona, ese tipo de cosas…La ballena azul está en Catoosa y también había un abuelillo dando información, en USA, parece que todo el mundo sigue siendo útil da igual la edad que tenga.
Este viaje es una aventura donde nos vamos encontrando gente amable en tiendas chatarreras. Pero un viaje para tener recuerdos inolvidables lleno de frikismo. Hay un detalle que nos está dejando muy extrañados y son las casas a modo de barracones por todas partes y el detalle siniestro de los juguetes abandonados en cada puerta. También otro detalle que nos está flipando es que los peajes son bastante baratos. Estamos viendo Tulsa en el horizonte…
Hemos cenado o merendado ya no sé, porque con este cambio de horarios y comidas que tenemos, en el «Happy Burguer» en Sapulpa, un sitio que nos recomendó Gary Parita. Vamos de camino a Oklahoma City porque hacemos noche allí, no sin antes haberme hecho una foto con el cocinero enorme del «Happy Burguer».
9 de Agosto, en Oklahoma City hace un calor de muerte y hemos visto muy poco como para afirmar que no hay nada que merezca la pena. He estado haciendo unas fotos a unas esculturas de unos indios, que viendo USA ahora me da bastante pena pensar en su casi extinción.
Acabamos de jugarnos la vida al cruzar la autovía para tomar una coca-cola en Fat Elvus Dinner en Yukon, cerca de Oklahoma. Un bar lleno de referencias a Elvis, también rezuma olor a fritanga americana y con camarera típica de película.
Vamos buscando algo y nos hemos bajado ante la atónita mirada de la familia de Tom Sawyer, que con una patata en la boca, nos han intentando explicar donde narices estábamos. Maldito GPS. Los niños eran todos rubios platinos, con pecas, estaban descalzos y tenían juguetes rotos en la mano. Casi nos metemos en su casa y en ese momento fue donde pensamos que sacarían el rifle y nos dirían eso tan típico de «Get out of my property», porque claro, USA es tal y como se ve en las películas. En serio.
Hemos comido en un Taco Bell, una salchicha con tres kilos de picante, puag. Vamos a dejar el motel Glancy en Clinton».
Aquí viene un episodio único, extravagante, hilarante, absurdo e incluso terrorífico por lo que vivimos, vuelvo a mis palabras escritas en ese momento de mi cuaderno :
» Acabamos de salir de la tienda del loco Erik Oklahoma. Menuda chatarrería y momento absurdo y surrealista del día (y de mi vida). Dos abuelos montando un show de locura bizarra. Nos ha estado vacilando todo el rato, luego nos ha cantado la canción «Route66″ con su peto y sus pelijas blancas, yo no quería imaginarme si llevaba algo debajo o no. El hombre daba un asco horrible y a Linton le ha dado como tres besos, claro que después también nos ha besado al resto. He salido escopeteada de la tienda. Menudo acentazo americano. La tienda de los horrores se llama » Happy City Market» o «Sandhill Curiosity Shop». Aunque me haya dejado desconcertada, creo que había que vivirlo…Cada día que pasa me pregunto que clase de viaje estamos haciendo.
Estamos en el límite de Texas, Linton y Gador están discutiendo. Que si vamos a Amarillo o a Groom, yo los miro y no entiendo nada. He descubierto un comportamiento extraño de Linton y Rupcore y es que cuando se enfadan no quieren fotos en ningún sitio. A pesar de que vete tú a saber cuando volverán a estos sitios que parecen cualquier lugar de Castilla-León.
Yo tengo fotos en todos lados, menos en el indio grande que a lo mejor yo también tengo que incluirme en el fenómeno «me enfado y no quiero fotos…»
Texola es una mierda, Sabiote ( Jaén) parece un lugar paradisíaco comparado con esto. Después del momento de los viejos escalofriantes, acabamos de pasar el momento místico, hemos parado en Groom, donde hay una cruz gigante y una representación en esculturas del calvario de Jesús. Para mí, un sitio poco inspirador. En Texas sigue haciendo un calor de muerte a la para que el precio de la gasolina va decreciendo.
Momento indignado en Conway, unos coches metidos en tierra, burda imitación de los Cadillac de Amarillo y yo, como una Gary Gay Parita de la vida, he oído castellano y les he preguntado que de donde eran (Madrid, Galicia y León) y joer que gente más sosa. La gente que no se alegra de oír o ver que somos gente aventurera del mismo país.
De vieja montaré una gasolinera llena de chatarra y daré la chapa y seré una Ayrimparita, tocaré el banjo y venderé banderitas. ¡Qué vejez!
Momento Pantoja del día. «Así fue» que descubrimiento tardío de esta canción en el Nissan Altima, cruzando Texas. Impresionante.
El «Big Texan» ha merecido la pena totalmente. Lo hemos encontrado no sin antes, hablar con un agente de policía que estaba dentro de su coche, ¿haciendo qué? sí, sí, ¡comiéndose un donut! amigos this is America!
Un sitio hortera, tejano, colorido y hospitalario. La comida buenísima, el ambiente increíble. La camarera Mariah, ha eclipsado a Linton y también ha tenido bastante paciencia para atendernos, que sí tender, que si rare. Pero los filetes llegaron y estaban para chuparse los dedos. En la mesa de al lado, había una pareja francesa que han sido mil veces más amables que los españoles que nos hemos encontrado en el camino. Amigos compatriotas, así no, ¿eh?, así no.
10 Agosto, Hemos despertado en Amarillo y vamos de camino al Cadillac Ranch. En mi opinión es un sitio místico automovilístico, no sé, destila estilo extraño. Es parada obligada de la ruta. Hay fotos bastante guays.
Acabo de conducir por primera vez y sonaba «Born to be wild», buff, esto sí que es una anécdota. ¡He conducido en Texas! Hemos llegado a un pueblo fantasma llamado Glenrío. Luego hemos ido a Texaco a otra tienda de chatarra que ya no nos llama la atención al haber entrado en casi todas…esta tienda estaba en Tumcucari y sí esto ya es otro estado, Nuevo México, hemos ganado una hora con el cambio horario.
Hay 3000º en el coche ahora mismo. Hemos comido en un restaurante en Santa Rosa. Linton y Rupcore se han pedido unas enchiladas, Gador un sandwich y yo una ensalada, que me ha sabido a gloria después de tanta grasa.
Nuevo México se parece a Almería. Me hace gracia encontrar partes parecidas de USA y España en su orografía. Rupcore ha echado a una mosca viajera del coche y nos hemos acordado de la mosca que se subió en el avión en Madrid y llegó a Chicago. ¿Sería consciente aquella mosca del largo viaje?
En este día tan largo, creo que lo mejor ha sido el Cadillac Ranch e Isabel Pantoja de nuevo. Linton dice que mañana será una etapa aburrida, pero yo creo que todo este viaje tiene su encanto, aunque no vayamos viendo monumentos. Tiene su algo, un viaje distinto, yo creo que hasta excéntrico, como el viejo de ayer.
Casi nos saltamos Santa Fe y Santa Fe es cuanto menos curioso, casas de barro, parecen sacadas del propio México. Es un pueblo bastante pintoresco. Nos hemos encontrado a un hombre de Ávila en una tienda. Nos dijo que llevaba 6 años ya en USA que se había venido por su mujer. Le salían los hijos rubios hasta por las orejas, pero al pobre hombre se le notaba nostalgia y añoranza de España. Primer español majete, hombre, ¡menos mal!.
He entrado en una tienda y he comprado por fin una camiseta para mí de la Ruta66 que queremos ponernos cuando hagamos el tour del helicóptero por el Gran Cañón, estas idioteces hay que hacerlas… Hemos pensado incluso ir a Roswell, pero estaba lejos y ya no era factible.
Llegamos al «Red Roof Inn» en Alburquerque y en la puerta principal ponía «Por la otra puerta» y nos hemos dado la vuelta a todo el motel para llegar a la misma puerta. «Por la otra puerta» justo la de al lado. Ha sido un momento subnormal profundo, pero bueno…
Hemos ido a cenar a un sitio muy guay, típico de los años 50. «Dinner 60». A mí me hacía ilusión un batido y madre mía, que cosa más rica. Tan buena y chocolate helado espeso que no lo he podido ni terminar, qué lastima, pero me acordaré siempre…Hemos pedido comida absurda para una cena absurda, una especie de pimientos rebozados con salsa ranchera, un shandy de vainill, coca-colas gigantes, qué barbaridad.
Y como nos sentíamos culpables, hemos dado un paseo hasta el centro de Alburquerque y así estirar las piernas de un día algo soso, a pesar de que Santa Fe ha estado bastante curioso.
11 Agosto, Otro día más, hoy hemos visto un pueblo indio llamado Acoma y vamos hacía Gallup. He estado conduciendo otro rato, esta vez por Nuevo México y casi atropelló a un animal, ese misterio, nunca lo sabré. Mis tres acompañantes iban durmiendo y aquel bicho se levanta en mitad de la carretera mirando a ambos lados, creo que era un perro del desierto, pero creo que nunca sabré que ocurrió. Después, hemos comprado algo de comer, bueno al menos comprado algo de fruta en un supermercado. En Gallup éramos los únicos blancos y nos miraban en el super, porque todos eran indios, pero no indios hindúes, sino indios nativos de aquí.
Hemos cruzado el estado de Arizona para llegar a Four Corners, un lugar donde se entrecruzan 4 estados : Colorado, Utah, Nuevo México y Arizona. Para estar a 50 grados había bastante gente. El oso Lotso que viene con nosotros se ha llevado la mejor foto. Vamos directos al hotel, es la primera vez que llegamos tan temprano a un motel. Ha sido un día de transición, creo que nos quedan bastante cosas de viaje, Grand Canyon, Sedona, Las Vegas y Los Ángeles.
Llegamos como decía antes, es que cuando escribo sobre la marcha esto no tiene sentido y la calidad literaria deja mucho que desear, pero en España lo arreglaré ( ja…que mentira.)
Nos hemos dado un bañito en el Motel, bastante bueno. Ahora estamos en el Pizza Hut, a ver que tal están las pizzas, espero que no muy grasientas y que se adhieran al riñón, ya lo perderemos en España.»
Hasta aquí un poco de resumen de la etapa Illinois a Arizona. Continuará…