Libros, Libros

Este año me dije que iba a leer, que iba a recuperar ese hábito tan maravilloso con el que me relajo y me evado de la rutina. Con el que viajo pero no en una compañía de bajo coste, si no en primera clase. Y este propósito va viento en popa y aquí os traigo los que me he podido leer desde Enero hasta ahora, y espero poder agrandar la lista.

– «Te esperaré toda mi vida» de Megan Maxwell. No había leído nada de esta autora, este libro me lo dejó una compañera y es un libro que se lee en una tarde casi. Es bastante divertido, es como una película de estas románticas que cumplen bastante bien su cometido, que es entretener sin muchas pretensiones. Una lectura de piscina que de vez en cuando se agradece. Son tres chicas que viajan a Escocia y de repente, se ven trasladadas a la Escocia del siglo XVI. Viven bastantes peripecias y me pareció simpático.

-«Sígueme la corriente» también de la misma autora. Este no me gustó nada, me pareció una telenovela total, incluso me resulto repipí y demasiado tonto, pero imagino a quién le gusten las historias enrevesadas de amantes, amigos y la típica protagonista pizpireta y un poco tontita que se lleva al rico y guapo, pues esta novela le gustará.

-Trilogía del Baztán, «El guardián invisible», «El legado en los huesos» y «Ofrenda a la tormenta» de Dolores Redondo. Mucho y bien se ha hablado ya de esta famosa trilogía. Estoy terminando la tercera entrega, (el mejor para mí gusto) y la verdad, que los he disfrutado mucho. Me gusta su protagonista, Amaia Salazar y todo su núcleo familiar. Pero lo que más me gusta es como la autora da vida a toda ese valle, con esos crímenes y te mantiene pegado a sus páginas. Me ha encantado conocer más sobre mitología vasca, que es un tema que me apasiona, por apasionarme también esta región.  De lo más recomendable. La película me dejó un poco fría, me quedo con el libro sin lugar a dudas.

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-«El Lector» de Bernhard Schlink. Este es un libro cortito de un autor alemán, que también se devora en apenas un par de días. Divido en dos partes, la primera parte me encantó, la segunda es donde más se descubre toda la trama y la parte sorprendente. ¿Mi problema?, había visto la película también con el mismo nombre, en la que Kate Winslet hacía de Hannah y le valió el Oscar por ello, está fantástica. Mientras leía la novela, la veía a ella y me parece que recrea una Hannah espectacular, tal y como aparece en las páginas del libro. Una mujer que oculta algo, de movimientos lentos y miradas misteriosas que sin decir mucho, dice tanto. Una lectura de lo más recomendable, pero como digo, primero leer la novela y luego ver la película.

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-«The time of my life» de Hadley Freeman. Este es un libro divido en varios ensayos sobre películas de los 80 como «Dirty Dancing», «La princesa prometida», «Cazafantasmas» e incluso «Regreso al futuro». Si bien es cierto que la autora ya lo avisa al comienzo que no va a seleccionar las míticas películas de los 80, nos hace un análisis sobre temas como el aborto, feminismo, machismo en diferentes películas de esta década. Si os gusta el cine y en especial, el cine de esa (para mí) mágica época, os gustarán estos ensayos. Aunque en este caso, es más que recomendable haberse visto las películas seleccionadas, para poder entender mejor los comentarios de la autora.

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– «Patria» de Fernando Aramburu, este libro al que le dedico un post entero. Lo leí en varios días porque es un poco largo y en el formato libro físico, al ser tantas páginas me cuesta un poco tenerlo en una buena postura para leer. Si leéis mi post, me encantó. Un libro muy necesario, con una prosa genial.

Y dentro de poco terminaré «Ofrenda a la tormenta», me gustaría terminar algún día «New York» de Edward Rutherfurd que se me ha atragantado. Y en cola tengo algunos títulos como «Forastera» de la serie Outlander. Me gustaría releer «Heart of darkness» de Joseph Conrad porque al verme la serie de «Taboo» de la HBO y con Tom Hardy como su protagonista, me ha recordado…

¿Y tú que estás leyendo? ¿Recomendaciones?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De lecturas, escritores de corazón y libros

El otro día me compré en un mercadillo de la Feria del libro, un libro que me enganchó por su sinopsis. Lo compré y en dos días he devorado la mitad. ¿La historia? pues de las sencillitas, amores reencontrados, pasiones por cumplir sueños y lugares desconocidos donde las tramas se van encaramando a los parajes que la mente dibuja a partir de las descripciones que vamos leyendo en cada página que pasamos . El caso es que me siento enganchada a esa lectura y esa sensación me gusta.

Dicen que hay que leer de todo, sí es cierto. Pero no todos los libros pueden embaucarte de la misma manera, ni la forma del escritor te transmite y te hace identificarte igual. Hay libros con los que tienes «feeling» o libros que lees en determinado momento y te calan hondo y significan algo especial más de lo normal.

Leyendo la biografía del autor del libro, me di cuenta de lo que curioso del hecho de que él no era filólogo, ni historiador, ni nada de letras. Había trabajado como Arquitecto. Esto me recordó cuando años atrás yo quería dedicarme a escribir, ser escritora. Esa profesión para privilegiados con el don para narrar lo inenarrable, para crear situaciones y personajes de ensueño, visionarios de siglos venideros, esa profesión que no tiene carrera en las universidades. La profesión de la que te dicen que te olvides cuando eres niño y cuando persiste en tu cabeza con el paso de los años.

¿Puede ser todo el mundo escritor? yo una vez escuché el término «Escritor de corazón». Gente que escribe por afición, porque son creativos, por la aparición de las musas que inspiran, por la tristeza apegada a la vida, los bohemios que se resisten a dejar de soñar y aquellos que escribir les sirve como válvula de escape a otras dimensiones. Escritores que no son catalogados como tal, que no tienen el dominio perfecto de la puntuación y la gramática, pero que por el contrario son capaces de transmitir y las palabras fluyen con una solidez mágica. Y como escritores de corazón, han sido buenos lectores, porque una vez leí que para ser un buen escritor se ha tenido que ser un buen lector, aunque no siempre sea así.

La conclusión a la que llego es que me ha gustado el reencuentro con la lectura de estos días, me ha gustado volver a sentir como me enganchaba una historia por muy simple que sea, me ha gustado que un libro haya vuelto a hacerme el largo camino a casa más ameno.

Mientras me conformaré con ser «escritora de blog» o «escritora de corazón» al igual que soy «cantante de ducha», pero al menos no quiero dejar de ser siempre ávida lectora.